Cuando leo o escucho que WarCry son una de las mejores bandas de este país, pienso que algo no va bien. En este país, por desgracia, no estamos sobrados de excelentes bandas y de magníficos discos, pero algunos hay. Las modas en la música no traen nada bueno. En los 80, cuando el Heavy y el Hard Rock (en todas sus vertientes) eran la música de referencia prácticamente mundial, aquí se llegaron a apuntar al carro de la moda muchas bandas con una falta de calidad e ideas exageradas, todo valía. La gran mayoría de aquellas bandas seguían el guión preconcebido de los dos grupos por excelencia: Barón Rojo y Obús. De hecho eran miembros de estas bandas quienes producían algunos de los álbumes de aquellas bandas. Bandas, que como es lógico, solo aguantaron uno o dos discos. Bandas condenadas al fracaso, muertas antes de comenzar. El día que a la gente le comenzó a interesar otras músicas, aquellas bandas no tenían razón de existir.
Afortunadamente la vida evoluciona, la musica evoluciona y el metal tambien. Es en la decada de los 90 cuando salen a relucir varias bandas con una magnifica calidad y con la capacidad de evolución adecuada para hacer que su música sepa avanzar con los tiempos. Hamlet, Easy Rider, Su Ta Gar o Avalanch son buenos ejemplos. Todos ellos grabaron buenísimos álbumes que quedan para la historia. Es Avalanch y su disco El Angel Caído (2000) el que empieza a fraguar la historia de WarCry (aunque la banda se formo en 1992, no fue hasta la separación de Avalanch, que la banda comenzó su actual carrera). Con la fractura en el seno de la banda, Victor Garcia y Alberto Ardines se centrarían en WarCry (también les acompaño Fernando Mon a la guitarra).
Y ahora, 9 años después del primer disco, WarCry nos trae este Alfa. 10 nuevos temas en donde queda patente que tras los síntomas de agotamiento mostrados en los últimos álbumes, definitivamente WarCry necesita un lavado de cara en su música. La evolución en 9 años es casi nula. Los mismos riffs, los mismos estribillos, los mismos coros, la misma arquitectura en los temas. Una linea que se sigue y se repite con muy poca frescura. En fin, nada nuevo. Victor, del cual yo mismo siempre he dicho que me parecía uno de los mejores cantantes de este país, parece anclado, su voz y su repertorio es el mismo de siempre, se estancó. Siempre muy previsible.
En cuanto a los temas, poco a destacar. El único tema que se sale un tanto y muestra algo de innovación es Cobarde. Lo mejor del disco sin duda.
Recuérdalo es una bonita balada. Ardo por dentro es un tema veloz, con un estribillo aceptable. La letra de este tema es una declaración de intenciones. WarCry aun tiene mucho que decir, estoy de acuerdo, pero se pueden y se deben buscar maneras de decirlas de otra manera, si no, el fin llegara pronto.
Desconozco si la banda o Victor han tenido algún problema con alguien, pues así lo sospecho al escuchar la letra de Libre como el Viento. Tener éxito no quiere decir que lo estés haciendo bien, lo mas probable es que sea todo lo contrario. El éxito ciega. Y se puede morir de él.
En fin, que algo no va bien. Que WarCry tengan éxito me parece bien, al fin y al cabo el éxito lo decide el publico (al menos así debería ser), pero en España existen bandas que son presente y futuro (Vhäldemar, Trilogy, Templario, Centinela, etc...) y que disco a disco demuestran capacidad para EVOLUCIONAR su música, ya sea a través de renovar ciertos elementos musicales o través de su sonido o de cualquier otra cosa.
¡¡¡Renovarse o Morir!!!
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