Después de varios años alejados de la actualidad, los italianos Rhapsody of Fire vuelven con un nuevo disco, a lomos de un enorme dragón. Cuatro años después de su anterior álbum, nos ofrecen este The Frozen Tears of Angels, el cual es el tercer capitulo de la saga Dark Secret.
Detrás de un disco de ROF hay mucho trabajo. Temas complejos, tanto en su composición como en su ejecución. Una magnifica producción que hace que la banda suene muy bien y donde los variados y distintos sonidos e instrumentos del grupo, queden ensamblados a la perfección.
El disco es una continuación lógica de lo hecho años atrás. Nada mas comenzar la intro que abre el disco, Dark Frozen World, ya sabes que es un disco de ROF. No podía faltar la magnifica voz de Christopher Lee (todo un lujo contar con el actor británico), narrando el comienzo de la historia. La intro da paso a uno de los mejores temas del álbum; Sea of Fate, todo un temazo para comenzar. Un tema con una base rítmica indestructible. El trabajo de Alex Holzwarth a la batería y de Patrice Guers al bajo es de manual. Las casas se construyen por los cimientos y luego ya puedes echar sobre ellas lo que sea, ese es el caso de ROF durante todo el álbum. Volviendo a Sea of Fate y destacando su fuerte base, Luca esta genial, aportando en cada momento los toques justos, ni uno de mas. En este tema también Alex Staropoli se luce, en un magnifico solo de teclado al mas puro estilo ROF.
Otros temas destacados son Reign of Terror, donde como ya hicieran en Power of the Dragonflame (2002), la banda se acerca a músicas mas extremas para reflejar el mal. Con un Lione haciendo voces chirriantes y mas graves de lo acostumbrado, otorgando al disco, todo junto, una variedad que ya de por si es extensa.
Raging Starfire es un trallazo puro y duro. Un tema veloz y contundente que a mi me trae al recuerdo algún tema de aquel Legendary Tales (1997). Otra vez el duo Turilli/Staropolli se sale con una magnifica interpretación.
On the Way to Ainor es otro tema fuerte, con subidas y bajadas de tempo, como solo ROF sabe hacer. Coros que te elevan mas allá. Un Luca Turilli expléndido marcándose un solo genial, demostrando lo magnifico guitarrista que es y sacando verdadero provecho de las seis cuerdas sin dar sensación de prepotencia y soberbia como se deja entrever en otros ases de las seis cuerdas.
Danza di Fuoco e Ghiaccio (La Danza del Fuego y el Hielo), un tema cantado en italiano que comienza con la voz grave y gastada del señor Christopher Lee, dando paso a una canción folklórica con tintes de instrumental en su inicio pero que Fabio Lione se encarga de embellecer, aun mas, con una interpretación muy correcta. Un tema que parece ser sacado directamente de la Italia mas medieval, arrancada a algún viejo trovador, que en alguna vieja plaza la cantase a las gentes del lugar.
Cierra el álbum el tema que da titulo al disco The Frozen Tears of Angels con algo mas de once minutos de duración. Una canción típica de ROF, con muchos cambios, con partes cantadas en su lengua madre y con un magnifico estribillo.
La edición especial cuenta con dos temas mas; Labyrinth of Madness, un tema instrumental donde Luca Turilli hace saber de la velocidad que atesoran sus dedos una vez mas. Y Sea of Fate (Orchestral Version), un tema que pierde bastante respecto a la original, pero que resulta curioso.
Cuatro años de reposo le han servido a ROF para calmar el alma, aclarar ideas y para volver a hacer lo que nadie mejor que ellos sabe hacer. Ellos inventaron este estilo y ellos lo ejecutan como nadie, luego gustara mas o menos, pero así es. Mejoran su anterior álbum; Triumph or Agony (2006), un disco, creo, algo precipitado, debido al cambio de nombre. Este The Frozen Tears of Angels refleja mejor la esencia de ROF.
Toda la banda raya a un magnifico nivel, pero quiero destacar a Alex Holzwarth, un magnifico batería alemán que desde su entrada en la banda (premio para ROF por su fichaje) allá por 2000 (aunque no fue hasta 2004, con el EP, The Dark Secret, cuando hizo su primera grabación con el grupo) cuando verdaderamente ROF dio con un batería que le venia como anillo al dedo, aportando calidad y fuerza. Dotado de una gran técnica y una fuerte pegada, claramente escuela Jörg Michael.
El enorme dragón arrasaba con su fuego todo a su paso, arruinando campos y casas de humildes campesinos. Pero un valiente guerrero, a lomos de un blanco unicornio, blandiendo la espada esmeralda, acabó con el dragón, liberando así a las humildes gentes de tan horrible animal.
(Devilsoldier)
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