Formados en 1984, podemos considerar a Hirax como una de las bandas clásicas de Thrash americanas. Una banda eso si, con multitud de cambios en su formación durante todos estos años, quedando actualmente su vocalista Katon W. de Pena, como unico miembro original.
Si algo ha caracterizado a Hirax es su falta de continuidad. Este El rostro de la muerte es su cuarto disco de estudio, si cuarto, después de veintiséis años de "carrera", si bien es cierto que cuentan con algún disco en directo y varios EP's.
El rostro de la muerte (titulo en castellano, y en el estribillo de la canción del mismo titulo lo cantan en tambien en castellano, curioso) cuenta con catorce temas que haran las delicias de los amantes del Thrash mas clásico. Aunque quizas no podemos considerar a Hirax como un grupo puramente Thrash, pues encontramos claras influencias de Speed y Crossover, dando un resultado muy satisfactorio.
Lo que encontramos cuando apretamos el play es caña, cincuenta y un minutos de tralla. A excepción de tres o cuatro temas, el resto tienen una duración por debajo de los tres minutos con lo cual ya os podeis hacer una idea de por donde van los tiros.
Baptized by fire, Eradicate mankind, Horrified o Death militia son claros ejemplos de temas rápidos y al cuello. En cambio Flesh and blood, El rostro de la muerte, Satan's fall o Violent assault son temas algo mas elaborados aunque muy cañeros tambien. Encontramos dos temas instrumentales como Battle of the north y Cuando cae la oscuridad (When darkness fall), un tema este un tanto chocante, rompe totalmente con la linea del álbum ofreciendo calma y tranquilidad con casi dos minutos de una buena melodia a piano.
Hay varios temas con intros en onda peliculera que ambientan muy bien el disco.
Destacar el trabajo de Jorge Iacobellis tras la bateria, excelente. El señor de Pena se deja la garganta en prácticamente en todo el disco, aunque quizas sus "registros" sean un tanto lineales, pero su implicación y ganas son de realzar.
En general, buen disco, que gustara a los thrashers mas clásicos, gracias en parte a una producción sencilla y claramente enfocada en hacer sonar a la banda muy clásica, potente y directa.
¡¡¡THRASH & DESTROY!!!
8
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